JUEVES 9 DE MAYO DE 2015. Jn 16, 16-20
VUESTRA
TRISTEZA SE CONVERTIRÁ EN GOZO
El anuncio de la partida y del retorno de
Jesús provoca en los discípulos tristeza, pero Jesús les exhorta a que esa
tristeza se convierta en gozo. Para atisbar el significado de este texto
evangélico, es conveniente tener presentes los dos estados o maneras de ser en
que los evangelios nos presenta a la humanidad de Jesús. En efecto, Cristo
hombre ha vivido en dos estados o condiciones. En la condición humana se
muestra como el hijo del carpintero, sometido a todas las contingencias
humanas, excepto el pecado. Trabaja, lucha, sufre su suerte. Esta es la
historia terrena de Jesús, la que está del lado acá de la resurrección. Estamos
ante la presencia natural y sensible que tienen de él los discípulos. El
segundo estado empieza en la resurrección y lo sitúa en el plano de la
eternidad. Él es, entonces, el Señor. Ya no hay en Él nada accidental ni
limitado. Volvamos al texto de hoy. Jesús dice a sus discípulos: "Dentro
de poco dejaréis de verme; pero, dentro de otro poco volveréis a verme".
Los discípulos no entienden el significado de esta afirmación de Jesús.
Comentaban entre ellos qué significaban las palabras de Jesús. Él intuyendo que
deseaban una aclaración les dice: "Estáis preocupados por el sentido de
mis palabras: 'Dentro de poco dejaréis de verme, pero dentro de poco volveréis
a verme'. Yo os aseguro que vosotros lloraréis y gemiréis, mientras que el
mundo se sentirá satisfecho; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza
se convertirá en gozo". Los discípulos sentían la partida del Señor. Ya no
volverán verle con los ojos de la cara. Ahora bien, esta partida de Cristo hará
posible el ver a Cristo con los ojos de la fe y contemplarle cara a cara para
siempre después de la muerte. Esto debe llenarlos de gozo a ellos y también a
nosotros.